sábado, 18 de febrero de 2012

EL DOLOR QUE TOCAN LAS MANOS AJENAS




En este dibujo expreso el dolor por la perdida de algo que marco mi ser para siempre, y las manos ajenas secaban mi llanto; pero no podian cmpartir mi dolor, porque las penas son personales y por más que nuestros amigos nos quieran, no podran sentir una sola pizca de lo que nuestra alma y nuestro cuerpo sienten. Mi tormenta era mayúscula, mi ser demasiado sensible, mi esencia se desgarraba, mi conciencia pedía auxilio y corría angustiada dentro de mí. En un momento había perdido lo que para mí tenía la mayor importancia de mi vida, y fue así, como llevada por la angustia y el dolor, mi cerebro se vio obligado a plasmar su trance en el primer papel que se encontró en el camino, para poder seguir respirando mientras llegaba el olvido o la resignación.
Realizado por Rakel Rengifo Rengifo (Bogota colombia)



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