viernes, 6 de abril de 2012

AMPARO


Caminaba yo sin rumbo,
por un camino denso de neblina;
cuando observé a un ser ,
refugiándose en las piernas de una mujer,
y así le habló:
Amparo, ampárame bajo la tibieza de tu piel,
pero no permitas que tu nombre,
sea lo contrario de lo que debe ser.
Deja que tu tez morena,
recorra todo mi cuerpo,
y que tus lindos ojos negros,
sean el espejo para yo mirarme;
acaríciame siempre con tu mano suave;
no me dejes por favor,
no me dejes.
Mira que es de noche y hace frio;
¿Has pensado que haría solo,
por este largo camino,
donde mi único destino seguro,
es la muerte?.
Ampárame Amparo ,
bajo la ilusión de haber sido,
y ser siempre el primero,
aunque te acuestes con otro,
aunque no tengas dueño
Amparo ampárame,
bajo la luz de tus sueños,
y permíteme ser esa pizca de dulzura,
que no puede faltarle a tus ensueños.
Ampárame mujer,
bajo tu mundo de recuerdos,
y permíteme ser ese alguien,
que aunque esté lejos,
siempre es parte de tus sueños.
La mujer lo miró sonriendo y le dijo:
Me pides Amparo ,
por llamarme Amparo;
¿ no te das cuenta,
que estoy tan desprotegida de sombra,
que la nieve nos quema ,
uno al lado del otro?
¿dime que amparo puedo ofrecerte,
si mi amparo es tu sombra?.
Hubo un silencio grande ,
que nadie interrumpió;
luego el hombre se marchó,
y ella quedó sola ,a la deriva;
arrullada por la triste voz del viento,
mientras la nieve la quemaba.


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